efectos terapeuticos

13.06.2010 16:53

 

Efectos terapéuticos

La Hipoterapia practica actividades sobre el caballo que son de gran significado para el paciente, dirigidas en forma exclusiva al logro de sus metas y necesidades individuales. El tratamiento entregado en un hermoso ambiente produce una gradual entrada sensorial, focalizada a generar importantes respuestas del paciente. El movimiento, calor y textura del caballo no solo actúan como un estímulo sensorial más, sino que aumenta la circulación sanguínea del paciente y reflejos posturales necesarios para un funcionamiento normal. Solamente con el andar del caballo, su paso suave y rítmico ejercita la espina dorsal del jinete, sus articulaciones y músculos todos de una vez. Estos movimientos no pueden ser entregados por ninguna maquina, o en forma manual, complementando ejercicios tradicionales ya que ambos tienden a concentrarse en un músculo o en un grupo de músculos. El caballo también crea una sensación que es única, que es moverse en el espacio como si el paciente volara con un ritmo tan natural, que no puede ser imitado, especialmente en esos pacientes, que no pueden deambular independientemente.

Un Mundo de sueños y esperanzas
La Hipoterapia es entonces un tratamiento completo, comprendido por el cuerpo y la mente, que actúa sobre los múltiples sistemas del cuerpo incluyendo: integración sensorial, la propioceptividad (sensioriedad interna) ventajas positivas, cognicitividad, comprensión, reflejos repetidos, función motríz, sensación táctil, hábitos psicológicos, conducta, estabilidad emocional, y comunicación verbal y no verbal.
Por ejemplo, a un niño de 10 años montado sobre el caballo se le solicita que cambie su postura, que mire hacia el lomo del caballo, que gire su cuerpo hacia el frente y toque las orejas del animal. Luego vuelve a sentarse mirando el lomo del animal. Antes de que el paciente empiece a moverse, escucha con atención las instrucciones dadas y piensa como hacer lo ordenado. Cuando inicia el movimiento debe ejecutar las acciones ya enseñadas, para cumplir lo solicitado con seguridad. Durante esta tarea, el paciente esta en constante contacto con el caballo o su pellón de ejercicio, abasteciendo con entradas sensoriales integradas a los múltiples niveles de su cuerpo. La tarea solicitada atrae el uso apropiado de los sistemas vestibular y propioceptivo del paciente, por que mientras esta llevando a efecto esta actividad, algunas veces queda en posición diferente a la dirección en que el caballo se esta moviendo.

Esta exigencia desafía al paciente a controlar la posición de su cuerpo en el espacio en una dimensión mas extensa. Mientras el paciente hace la tarea, tiene que interactuar con su terapeuta, voluntarios y el caballo, todo ello involucra un cierto nivel de control psicosocial y de comportamiento. El lugar natural y lleno de vida, donde se llevan a efecto los ejercicios, es tan excitante que hace que el paciente responda con mayor interés y levante su espíritu, tantas veces afectado en un tratamiento normal en hospital. La Hipoterapia ejercita partes del cuerpo, que ni los jinetes profesionales o el paciente sabían que tenían. Esos músculos, en la parte interior del muslo (aductor longus, brevis y magnum), en la pared inferior abdominal (externa, interna, transversal abdominal y oblicua) y en la espalda (erector spinae) que no son realmente tocados en ejercicios aeróbicos.

En la Hipoterapia moderna el paciente al igual que cualquier jinete requiere una gran cantidad de postura y control de equilibrio. El movimiento del caballo causa el constante movimiento del tronco, brazos, hombros cuello y cabeza del jinete, única forma para permanecer montado y al mismo tiempo debe eliminar otros movimientos de la parte superior del cuerpo, para conservar su equilibrio, aun en casos de pasos de transición entre un aire a otro y de dirección del caballo. El sostener ese control exige el uso de múltiples grupos de músculos incluyendo los abdominales, espalda, extensores de cuello y los estabilizadores scapulothoracicos. El paciente al estar en un caballo en movimiento aumenta su destreza en espacio de orientación en una gran cantidad especialmente si el paciente esta confinado a una silla de ruedas. Este tipo de paciente muy raramente o nunca han tenido la oportunidad de experimentar el moverse a través del espacio en forma natural rítmica y simétrica. El montar a caballo es la sensación más cercana a caminar que podrá experimentar, a no ser que la Hipoterapia le permita aprender a desplazarse independientemente.

Cuando el caballo se mueve hacia delante, la pelvis del paciente se levanta hacia el mismo lado que la pata trasera del caballo que queda quieta. Este movimiento alternativo que sube y baja para cada lado la pelvis del jinete, es equivalente al movimiento que recibe la pelvis de un caminante humano normal. El paciente también experimenta la flexión y extensión de la cadera mientras cabalga. La flexión ocurre cuando el lado del caballo donde esta una de sus patas queda en la fase detenida. El estiramiento reciproco se produce al mismo tiempo, cuando en el lado opuesto la pata del caballo se alza en movimiento ya sea al paso o al trote, se suma a esto que el paciente recibe una alternada inclinación anterior y posterior en la pelvis, a medida que el caballo continuamente acelera y desacelera, cuando cada pata golpea el suelo. La inclinación anterior se alcanza en la parte detenida del caballo cuando su casco se levanta o golpea el suelo, causando una aceleración y desaceleración y el subsiguiente traslado de peso. La inclinación posterior ocurre en el lado en que el caballo toca su pata en el suelo e inicia la fase de aceleración, generando un levantamiento posterior del jinete, en orden de poder acelerar su movimiento, el tronco del caballo se flexibiliza, causando una rotación del jinete hacia el lado detenido, es esta rotación es lo primera que inhibe el espasmo del paciente.

A medida que el caballo se empuja en cada paso al caminar, su pelvis gira, obligando al paciente a inclinar su cuerpo lateralmente para uno y otro lado.
Ninguna de estos movimientos ocurre de inmediato, pareciera que esta interferencia no es vista por el ojo humano. El jinete tendrá también variedades de reacciones en el cambio de marcha del caballo. Andar al paso permite al jinete estirar y relajar su cuerpo. Un trote rápido de dos batidas, hace rebotar al jinete un poco más, lo que aumenta la entradas propioceptiva, que facilita la contracción del tronco y extremidades.

Cabalgar en línea recta para algunos pacientes es necesario, otros se benefician más al andar en círculos o serpentina. Al hacer andar el caballo en cualquiera de estas posiciones con curvas, el jinete debe modificar la carga de su cuerpo a la cadera de afuera, causando una flexión lateral del tronco hacia dentro, que estira la parte exterior del cuerpo del jinete. La posición del paciente debe acomodarse con el objeto de soportar el cambio de peso en forma simétrica con su postura en el asiento con el objeto de mantener su equilibrio. Generalmente se inicia el tratamiento con caminatas derechas, a paso suave, los cambios de velocidad, curvas y serpentinas se hacen cuando el paciente esta recuperando sus músculos y equilibrio.

Todas las ventajas de la Hipoterapia que adquiere el paciente, no se mantienen solamente dentro del centro de rehabilitación si no que van, a la vida real del paciente también donde el control de su postura y extremidades, mejoran su habilidad y lo acercan más a la completa funcionalidad de sus actividades, al ir siendo mas independiente y valerse más por si mismo. La meta de la Hipoterapia es mejorar los niveles generales de otros tratamientos y cumplir lo solicitado por los médicos. Como lo mencionamos anteriormente, todo este tratamiento terapéutico que es la Hipoterapia es apto tanto para adultos como menores de todas las edades con los mismos resultados, lógicamente en los menores se ve un poco más rápido, pero no con tanta diferencia como en otros tratamientos.

 

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